Buenas a todos. He estado desconectado estos días, por temas de fin de estudios y demás, así que no he podido felicitaros ni la navidad ni el año nuevo, pero bueno, os lo puedo felicitar ahora (más vale tarde que nunca).
He estado buscando trabajo desde entonces así que ahora mismo,
mientras encuentro algo o no, estaré totalmente libre para dedicar tiempo a mis
cosas. Y de eso mismo quería hablar hoy. He dedicado tiempo a dibujar, escribir,
continuar con mis proyectos, etc. Pero lo que realmente quiero compartir en este
post es una pequeña reflexión (¿o es un informe de mi estado actual?).
Como mencionaba, he tenido tiempo para dedicar a lo que me
apeteciera. Y lo he dedicado a dar un poco de rienda suelta a la parte creativa
de mi cerebro. Me he propuesto nuevos proyectos, entre ellos el desarrollo
completo de mi saga «Nik», definiendo cada detalle del mundo que yo mismo creara
hace unos años, para dar algo más de “chicha” a la serie; también he
continuado con el juego, del que espero tengáis noticias nuevas muy pronto
(aunque esta vez sí que no prometo nada, porque avanzar avanzaré, lo que dudo es
si realmente querré publicar algo o, de lo contrario, esperar a más adelante);
he llevado a cabo algunos proyectos de electrónica, de los que también me
gustaría publicar algo; y he entrenado un poco al Smash (me confieso
adicto).
Pero, además de provechoso, este tiempo ha sido revelador para
mí. Me ha ayudado en gran medida a conocerme a mí mismo, como sucedía en
ocasiones cuando me metía grandes periodos de “encerramiento” entre pecho y
espalda durante la época de exámenes. Aunque, a diferencia del tiempo de
estudio, he conocido a otra versión de mi propio yo, una que no había tenido el
gusto de conocer hasta ahora. Concretamente he descubierto lo poderosa que puede
llegar a ser esa faceta creativa que tengo encerrada dentro de mí, bajo la llave
del deber y la obligación. Una faceta que, en el fondo, puede definirse como
infantil, en el sentido de que lo que fueran dos o tres dibujos aislados al mes,
se convirtieron en una sucesión de ideas, una tras otra, empujándose en mi
cabeza, deseosas de nacer; tal como sucedía cuando no era más que un niño, y el
propio tiempo libre y la ausencia de preocupaciones fueran los que permitieran que la maquinaria funcionara a toda castaña. Pero no sólo es lo asombroso del
cómo se dispara mi mente con estos dos ingredientes, sino también el cuán
sorprendente es mi inmunidad al aburrimiento. Esto parece una reflexión muy
simple, pero en las líneas que vienen voy a profundizar un poco en ella,
palabra
Vuelvo al tema de los convencionalismos sociales y el Sistema
(sólo para basar un concepto, prometo no volver a ponerme pesado con esto). Más
de uno conocerá la idea del aburrimiento. Pero no el aburrimiento banal que
todos conocemos, sino el hecho de no sentirse realizado durante un periodo de
desempleo. Todos tendremos a mano algún conocido que se ha tomado un año
sabático alguna vez, o que conoce a alguien que sí lo ha hecho. Y todas esas
personas coinciden en algo: «qué necesario es el trabajo», ¿verdad? No digo en
absoluto que mientan, ni mucho menos. Pero yo he experimentado todo lo contrario
a esta famosa sensación. No he terminado por aburrirme al cabo de cierto tiempo,
sino más bien todo lo contrario. Habitualmente se cree que no es posible vivir
sin el trabajo, que llegado a cierto punto, todo lo que antes era diversión se
transforma en un tremendo sopor inaguantable. Y, en conclusión se deduce que no
es posible vivir sin el trabajo, que necesitamos compaginarlo con nuestro tiempo
libre para acabar encontrando un agradable equilibrio. Como os decía, tras mi
periodo de descubrimiento (que ha sido de algo más de un mes) yo he descubierto
que podría vivir toda una vida sin tener que trabajar y no acabaría cayendo en
el aburrimiento.
¿Qué ocurre entonces? ¿Yo estoy por encima de los demás? ¿Soy
el nuevo superhombre, fruto de millones de años de evolución, que puede vivir
sin tener que estar pringando para el jefe? Pues no, claro que no. Buscando una
respuesta para esta supuesta aptitud mía, llegué a la que yo considero que es la
verdad del asunto, aunque no es más que una teoría. El génesis de este
aburrimiento no es la falta de empleo, sino más bien la desocupación. Y con esto
me vengo a referir al no contar con un quehacer que le haga a uno mismo sentirse
realizado. Me explico. En mi caso he encontrado el arte como forma de
realización. Doy rienda suelta a mi imaginación y creo cosas de
la nada. No es que yo sea un pintor de órdago, pero es el hecho de poder
crear algo lo que me hace estar entretenido. Si hubiera
dedicado todo este tiempo exclusivamente a jugar a videojuegos o a salir por
ahí, probablemente hubiera terminado cayendo. Pero dosificar estas dos cosas,
repartiéndolas junto con el arte, la electrónica o la programación; es lo que me
ha permitido estar entretenido. Con lo cual considero que es muy importante
tener tiempo que dedicar a nosotros mismos, a dejar salir las ideas de nuestras
cabezas. Sacad adelante algún proyecto personal, aunque no sea algo que podáis
vender, entregar o compartir. Algo que os satisfaga por el mero hecho de
hacerlo, y que a su vez sea algo que disfrutéis haciendo.
Por tanto, el mensaje de mi reflexión es: «conócete a ti
mismo». Dedícate este tiempo. Terminarás descubriendo que verdaderamente podrías
vivir sin problema toda una vida haciendo estas cosas. Y no me refiero a que
dejéis el trabajo y os dediquéis a hacer esto, no. Obviamente es necesario
trabajar, el dinero no nace de los árboles (por desgracia); pero por lo menos
probadlo por el mero hecho de poder deciros a vosotros mismos con orgullo:
«podría vivir así toda la vida».
Yo personalmente me alegro mucho de haberme conocido a mí mismo
estos días. He llegado a un punto en el que estoy cruzando los dedos por no
encontrar trabajo, ¡qué horror! Pero bueno, llegado el momento tendré que ser
fuerte y elegir la supervivencia, ¿no?
Y saliendo un poco de esta reflexión aprovecho para hablaros un
poco del artwork de mi saga «Nik». Como he comentado, me he propuesto
desarrollar todos los aspectos de este mundo imaginario que yo mismo creé. Y
todo con un toque artístico. Con lo cual he creado una serie de carpetas en mi
cuenta en DeviantArt, en las cuales guardaré los dibujos según la
categoría correspondiente. De modo que, a partir de ahora, todo el desarrollo
podréis verlo en mi perfil de DA.
Espero que os guste. Y espero poder seguir adelante con todas estas ideas que me
rondan la cabeza. Es bastante divertido.
Salu2.
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